Los diez pasos para liberar a México de la opresión, se conocen como El Plan de Santa Bárbara:
1° Se declaran nulas las elecciones para presidente de la República, diputados y senadores, celebradas en julio 1 del corriente año.
2° Se desconoce la elección de Enrique Peña Nieto como próximo presidente de México, así como a todas las autoridades cuyo poder debe dimanar del voto popular, porque además de no haber sido electas por el pueblo, han perdido los pocos títulos que podían tener de legalidad, cometiendo y apoyando con los elementos que el pueblo puso a su disposición para la defensa de sus intereses, el fraude electoral más escandaloso que registra la historia de México.
3° Para evitar, hasta donde sea posible, los trastornos inherentes a todo movimiento civil, se declaran vigentes, a reserva de reformar oportunamente por los medios constitucionales, aquellas que requieran reformas, todas las leyes promulgadas por la actual administración y sus reglamentos respectivos, a excepción de aquellas que manifiestamente se hallen en pugna con los principios proclamados en este Plan.
Igualmente se exceptúan las leyes, fallos de tribunales y decretos que hayan sancionado las cuentas y manejos de fondos de todos los funcionarios de la administración del PRI en todos los ramos; pues tan pronto como este movimiento triunfe, se iniciará la formación de comisiones de investigación para dictaminar acerca de las responsabilidades en que hayan podido incurrir los funcionarios de la república, de los Estados y de los municipios.
En todo caso serán respetados los compromisos contraídos por la administración actual con gobiernos y corporaciones extranjeras antes del primero de diciembre de este año.
4° Además de la Constitución y leyes, se declara Ley Suprema de la República Mexicana la considerable disminución de los recursos destinados a las campañas de los partidos políticos actuales, ya que no hacen más que gastar desmedidamente el erario público. Así mismo, cualquier ciudadano mexicano puede participar en el gobierno directamente sin estar afiliado a algún partido político.
5° El honorable Supremo Consejo Nacional México Nuevo 2012 asume el carácter de gobierno provisional de los Estados Unidos Mexicanos con las facultades necesarias para forzar la salida al gobierno usurpador de Enrique Peña Nieto.
Tan pronto como el país recupere su estabilidad, el gobierno provisional convocará a elecciones generales extraordinarias y entregará el poder al presidente que resulte electo, tan luego como sea conocido el resultado de la elección.
6° El honorable Supremo Consejo Nacional México Nuevo 2012 convocará a la elección de un Congreso Constituyente, el cual asumirá el poder legislativo de la nación. Este órgano electo redactará una nueva constitución para México.
7° Se espera la restructuración del Congreso de la Unión. Este gobierno provisional, antes de entregar el poder, dará cuenta al Nuevo Congreso de la Unión, del uso que haya hecho de las facultades que le confiere el presente Plan.
8° Desde el día de hoy, todos los ciudadanos de la República Mexicana incluyendo también los que vivan en el extranjero expresarán su descontento con la elección de Enrique Peña Nieto como próximo presidente de México, con manifestaciones, marchas pacíficas, y en las redes sociales, usando siempre el color blanco y nuestro nuevo emblema.
9° El honorable Supremo Consejo Nacional México Nuevo 2012 tendrá la facultad de pedir apoyo a Rusia, China, y/o Estados Unidos usando los recursos monetarios derivados de la venta de petróleo propiedad del pueblo de México. Así como utilizar los mismos recursos para darle a conocer al pueblo de México y al mundo este Plan.
Las autoridades que opongan resistencia a la realización de este Plan serán reducidas a prisión para que se les juzgue por los tribunales de la República Mexicana y/o La Corte Internacional de Justicia cuando la transición haya terminado.
10° El honorable Supremo Consejo Nacional México Nuevo 2012 tendrá la facultad de cambiar la división política actual del territorio mexicano. Se espera que existan doce regiones en lugar de las treinta y dos entidades federativas actuales. Estas doce regiones estarán representadas por Consejos Menores provisionales electos democráticamente, uno para cada región. Estos Consejos Menores tendrán la estricta obligación de respetar la voluntad de los habitantes de dicha región. Las nuevas autoridades dispondrán de todos los fondos necesarios para cumplir las funciones y cubrir gastos ordinarios de la administración que los actuales gobernadores de los estados poseen.
